CARLOS L. GIARDINELLA
SU COLUMNA.
Nuevamente en el partidor y listo para dar el Buen Brinco de esta semana, iniciando con la nota positiva del hipódromo valenciano, que la semana pasada celebró la El Clásico “Copa de Oro de Valencia” y en par de jornadas mixtas reinauguró el alumbrado de la pista por iniciativa del director regional: Arquitecto Cristian Solimán Barreto, quien al parecer tiene intenciones de llevar las jornadas valencianas de nuevo al horario nocturno, lo que beneficiaría enormemente al hipismo carabobeño, por el principio simple de que la mayoría de los apostadores están en horario de trabajo cuando se efectúan las carreras los viernes en el día, en cambio en la noche, a los aficionados les da tiempo de terminar sus labores e ir a los centros hípicos a jugar.

La semana pasada las carreras comenzaron a las 3 de la tarde y se prolongaron hasta las 7 y media, suponemos que gradualmente se ir corriendo hacia la noche para dejarlas definitivamente como se hacía antiguamente.

Buena la intención del director valenciano, que según comentarios de los que hacen vida laboral en el Hinava, hemos percibido que está haciendo grandes esfuerzos por mejorar en todos sus aspectos la decaída hípica valenciana.

El entrenador Juan Arias, una de las glorias vivientes de nuestra hípica sigue demostrando día a día que la sapiencia con que convirtió a Cañonero en doble coronado de la hípica norteamericana continúa intacta, traigo esto a colación porque es bueno recordar que Juan Arias hace una década aproximadamente estuvo en el retiro obligado, pues se quedó sin caballada e incluso fue Comisario Residente de La Rinconada mientras estuvo sin animales a su cargo, pero resurgió gracias al apoyo que le dio el propietario Arné Chacón, del Stud “Gadú”, hoy preso por presuntos delitos financieros, pero quien dejó una cabalada numerosa a cargo del “Negro” Juan, quien la ha sabido llevar efectivamente.

La semana pasada se llevó par de selectivas a través de Jorge Prince y Carontes, ambos del “Gadú” y los dos en yunta con el jinete zuliano Rónald Ordóñez, otro que en las últimas semanas ha demostrado que siempre que se tenga material para trabajar, los frutos no tardan en llegar. ¡Felicitaciones a ambos, te la estás comiendo negro...!

Ahora tengo que dar un “salto” brusco, incluso de fuente, porque voy a dejar de hablar de hipismo en estas últimas líneas para comentar un problema que a todos los venezolanos nos debe preocupar y antes de ser Periodista Hípico soy venezolano, por eso me preocupa.

Me refiero a lo que sucedió el domingo en el estadio universitario una vez que culminó el partido de fútbol entre el Caracas FC y el Deportivo Petare: “La anarquía total” el descaro del abuso de poder por parte de la Policía Metropolitana, que agredió a fanáticos del Caracas con perdigones, sillas rotas, escudos, como se dice vulgarmente “cayapearon” a los fanáticos.

Hay versiones que dicen que la barra del Caracas estaba lanzando botellas hacia la parte externa del estadio y coreando ofensas a los policías, pero no hay justificación para que un cuerpo de seguridad actúe de esa manera, porque se supone que están capacitados para controlar este tipo de situaciones y brindar seguridad incluso a los provocadores. Se dice que algunos fanáticos despegaron sillas del estadio para defenderse, pero hay evidencia gráfica de que los policías también lo hicieron, hay un video en youtube.com bajo el título: “policía arremetiendo en el estadio” en el que se puede apreciar como un espectador es sometido por más de 5 policías, lo bajan de las gradas a golpes, le dieron con sillas rotas en la cabeza y con el escudo que usa la PM en la cara, también hubo disparos de perdigones.

Esta actitud no la podemos tolerar, no es posible que metan preso a un hombre porque se exprese a través de un estampado en su franela y que se ignoren este tipo de acontecimientos, hay que controlar a los cuerpos de seguridad, porque no están actuando acorde a sus obligaciones, ayer parte de las víctimas de agresión pusieron la denuncia ante la Fiscalía General de la República y los funcionarios son identificables en las gráficas. ¡Veremos que pasa!

Me despido como siempre, con palabra viva: “El que es negligente en su trabajo, parece hermano del destructor” (Proverbios 18:9)