Debo felicitar públicamente al jinete zuliano Rónald Ordóñez por su gran actuación el pasado fin de semana en La Rinconada, donde consiguió 6 triunfos incluyendo una de las Pollas Asocrinca a través de Miss Miranda.
Sin duda Ordóñez es actualmente uno de los profesionales más completos que hay en Venezuela, domina actualmente la estadística zuliana y figura entre los 10 mejores de Caracas, donde generalmente no recibe las oportunidades que merece. La semana pasada, quizá a causa de que los líderes de La Rinconada: Santiago González y Emisael Jaramillo, están suspendidos, recibió buenas oportunidades y no las desaprovechó demostrando su capacidad profesional.
Cuando digo que es un jinete completo, me refiero a que es buen partidor, sabe correr en punta y al fondo, no le tiene miedo a la baranda y más importante aún es paciente, la paciencia, bien administrada, es una cualidad que en los jinetes puede hacer mucha diferencia, así que felicitaciones a Ordóñez por mostrar que es capaz y que merece el apoyo de los entrenadores y propietarios de Caracas.
Otro jockey que quiero felicitar es el aprendiz José Luis Rodríguez Jr, mejor conocido como “El Pumita”, hijo del “Puma” José Luis Rodríguez, uno de los mejores jinetes de los ’80 y ’90 y quien en 1992 empató la estadística con legendario Juan Vicente Tovar. “El Pumita” tuvo una corta campaña de mes y medio en el hipódromo “Presidente Remón” en Panamá, conocido como “Cuna de los Mejores Jinetes del Mundo”, en donde logró ganar 16 carreras y “pulirse” en estilo y técnica.
El sábado en La Rinconada ganó par de carreras: la primera con Faby y la décima con Tía Chama, y en esta última mostró mucha aptitud para medir la carrera que terminó resolviendo a su favor y, me perdonan que insista en esto, paciencia.
Hay jinetes que están entre los más ganadores del patio y que “botan” muchas carreras por impacientes, los jockeys deben saber que así el entrenador le de instrucciones de correr cerca de la punta, si el animal parte mal la estrategia cambia por completo. Un jinete paciente decide, entiende que el plan de carrera ya cambió, no por su culpa, pero cambió y como es él el que va encima, es él el que tiene que resolver.
La buena decisión es correr de menor a mayor, hacer que el caballo entre en carrera de manera organizada, poco a poco, el jinete impaciente parte mal y de inmediato exige y exige desesperadamente para pasar a dominar en 100 metros y eso hace que el ejemplar salga del paso, pierda el ritmo de respiración y se agote, a veces se les dá y ganan, pero se han perdido muchas carreras importantes por este error he visto muchos favoritos perderse en clásicos por esa mala acción, al momento me llegan a la memoria tres: My Own Business, Río Matiyure y Rey Mito, por ejemplo.
No sé como mandaron al “Pumita” a correr a Tía Chama, pero la yegua quedó rezagada, lejos del tren velocista y en ningún momento el aprendiz se notó desesperado por recuperar terreno antes de que fuera necesario, al pisar los 600 finales Tía Chama venía última como a 15 cuerpos y fue ahí donde el jinete comenzó a exigir, ya con su yegua organizada y con aire suficiente para atropellar con fuerza. En la recta final la yegua respondió por dentro “como una R1” para ganar con facilidad la prueba, su estrategia dio fruto y su paciencia fue premiada. Buena esa “pumita” ponle corazón que tienes pedigrí y estás dispuesto a aprender de los mejores.
Un agradecimiento público para el entrenador Morris Salswash Valiente, a quien me conseguí la mañana del viernes en la piscina equina de La Rinconada, y me expresó su constante lectoría a este espacio, gesto que agradezco con humildad y respeto hacia este buen entrenador y amigo. ¡Éxito Morris!
Me despido con un pasaje bíblico que me agrada mucho y que al buen entendedor le será de gran aporte: “No sea hallado en ti quien haga pasar su hijo ó su hija por el fuego, ni practicante de adivinaciones, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni quien consulte a los muertos, porque son cosas abominables para tu Dios” (Deuteronomio 18:10). |
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