Lerew salió en hombros con su no hit no run

Lerew nos regaló una rareza

CORTESIA :

DIARIO LIDER.

NUEVA YORK.- Anthony Allen Lerew, el nuevo miembro de la aristocracia de los Navegantes del Magallanes, hizo ayer en Valencia algo que pensábamos se había extinguido en la Liga Venezolana de Beisbol Profesional.

El estadounidense de 28 años, en la tarde-noche de domingo valenciana, le lanzó un juego sin hits ni carreras a los Leones del Caracas. Los derrotó 6-0 bajo la mirada de las 16.348 personas que fueron al José Bernardo Pérez y la de los millones que lo vieron por televisión.

Lerew se enfrentó a 28 bateadores melenudos y sólo cuatro –todos por boletos- le llegaron a salvo a primera. Allí se quedaron. Ninguno pisó segunda.

El derecho tiró 106 pitcheos, cada uno más envenenado que el otro. 61 de ellos fueron contados como strike.

“Su cambio de velocidad estaba increíble, domino como quiso a los bateadores zurdo con ese pitcheo”, comentó un scout sobre la clave de la actuación de Lerew, quien ponchó a cinco. “Y además comando en las esquinas”.

Fue tal el poderío del magallanero sobre la toletería del Caracas, que aunque ante buena parte de ellos comenzó los turnos por debajo en la cuenta, nunca pudieron hacerle daño.

De los 28 bateadores que enfrentó, a 13 les inició con una bola (por 15 con strike), incluidos siete en los tres primeros innings. La clave fue tener la virtud de recuperarse rápido con esa recta que camina entre 90 y 91 millas por hora. Sólo ante cuatro estuvo se puso en dos bolas sin strike.

Pero más allá de los detalles, de los números, pensemos por un momento en lo que vimos. Detengámonos a analizar qué significa tirar un no-hitter en la LVBP. Sólo así comprenderemos mejor lo presenciado.

En nuestra liga, de un tiempo para acá, el primer requisito para lograr un no hit no run se ha convertido en una rareza. Nos referimos a la capacidad de los pitchers para tirar un juego completo

Hasta anoche, sólo 12 lanzadores cubrieron la ruta en las últimas cinco temporadas. Y aunque no tenemos la data completa, estamos seguros que algunos de ellos son de duelos a siete entradas.

Entre las restricciones a los prospectos, la poca calidad de los lanzadores importados y el dominio de la ofensiva (aunque ha bajado este año sigue siendo la voz que manda) los juegos completos están en peligro de extinción.

Ni hablar de los blanqueos. Desde la temporada 2005-2006, sólo cinco pitchers en la LVBP fueron capaz de lanzar todo el juego (no sabemos cuántos fueron de nueve actos) y pintar de blanco a su rival. Este año, por ejemplo, no lo había hecho nadie.

Pocos clubes saben eso tan bien como el Magallanes. El último pitcher en tirar completo en ronda regular para la nave fue el zurdo Randy Keisler, un relevista que apenas abrió dos veces, en la temporada 2003-2004. Casualmente, en ese mismo juego logró el último blanqueo de la divisa.

En Venezuela, disculpen la exageración, es más fácil ver un Cóndor de los Andes que a un pitcher meterle nueve arepas al equipo rival. Pueden imaginarse las probabilidades de presenciar un no hit no run.

La fría historia recordará la joya de Lerew como el 16to juego sin hits ni carreras en la historia de esta liga nacida en 1946 y el primero que se consigue desde la temporada 2002-2003.

Josmir Romero, Steven Sinclair, Beau Kemp y Richard Garcés se combinaron el 26 de noviembre del 2002 para neutralizar al Magallanes en triunfo de los Tigres de Aragua 2-0. Hace ocho largos años.

Los libros dirán también que fue el cuarto logrado por un sólo pitcher en un juego de nueve entradas en los últimos 25 años, proeza que también hicieron William Martínez (Caribes vs Pastora, 13-01-2000), Chris Roberts (Magallanes vs Tiburones, 03-11-1996) y Urbano Lugo (Leones vs Tiburones, 24-01-1987).

Desde el otro lado de la reseña, nadie había le había tirado un no-hitter al Caracas en casi 40 años. Hay que remontarse hasta el 14 de noviembre de 1971, cuando el cubano Luis Tiant los derrotó 3-0 vestido con el uniforme de los Tiburones.

En resumen, eso es lo que dirá la bibliografía. Lo que quedará plasmado en los registros. Y aún así, todos sabremos que presenciamos algo mucho más importante.

Recordaremos que Anthony Lerew, el gringo que se negó a que le quitasen la pelota, logró algo que pensábamos se había vuelto un imposible en Venezuela. Nos regaló una rareza.