YORMAN BAZARDO.
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Bazardo, de 26 años, as de la rotación de Aragua (Gustavo Bandres)
Maracay.- En la lomita y fuera de esta, tiene ritmo, son y sabor.
Hace años, un coach de pitcheo le preguntó a Yorman Bazardo qué tipo de música escuchaba. Este le miró sorprendido, pero le dijo: guitarra y tambor. El instructor le propuso que llevara ese ritmo a su mecánica de lanzar, porque había visto que hacía una pausa innecesaria. Aceptó la propuesta y desde ese día dice que mejoró.
La música es parte de la vida de Bazardo, el principal referente del pitcheo abridor de los Tigres de Aragua, esta campaña. Sin incluir el juego de ayer, exhibía foja de 4-1 y efectividad de 1.71, en 31.2 innings.
-¿Qué tanto le ayuda la música en su labor?
-Mucho. Mentalmente, me sirve en el balance al lanzar y la utilizo para relajarme en el clubhouse. Soy alegre, a veces traigo tambores y cantamos. La guitarra la tocó en familia.
-¿Aprendió en casa?
-Sí. Mi papá, que falleció hace dos años, cantaba los temas de Julio Jaramillo. Yo empecé poco a poco y mi hermano mayor, Gabriel, es cantante. Tiene un grupo, se llama Tambor con Clase, tocan en Maracay. La música es algo de familia.
-¿Cómo se ha sentido este año con el club?
-Bien. La salud ha estado de mi lado. La fórmula ha sido atacar la zona temprano y estar por encima de los bateadores, para que le hagan swing a los pitcheos que yo quiero.
-¿Y su relación con el manager Buddy Bailey?
-Lo critican por la forma cómo mueve a los pitchers, pero no tengo quejas, siempre y cuando sean buenos movimientos. Esta liga es corta y no puedes ceder ventajas al rival".
-¿Cómo ve a los Tigres?
-No estamos en la mejor posición. Tenemos que ser más consistentes, trabajar como equipo. La fanaticada espera mucho de nosotros.
-¿Tiene restricciones para jugar en Venezuela?
-Ninguna. Hace días logre un contrato de ligas menores con Minnesota y tengo invitación al spring training. Es una nueva etapa, ya que antes estuve con Florida, Detroit y Houston.
-¿Qué le ha faltado para establecerse en las Mayores?
-La confianza para decirme este trabajo es tuyo. Cuando me subieron fue por poco tiempo, entre 2005 y 2009. Este año estuve en triple A con los Astros. En Grandes Ligas no tuve la consistencia de tener tres o cuatro salidas buenas. Una semana abría y luego me pasaban al bullpen. Es difícil adaptarse.
-¿Y en qué rol se siente más cómodo?
-Como abridor. Puedes leer mejor a los bateadores.
-¿Cómo vivió su apertura del 4 de noviembre, en la que lanzaba un no hit?
-Imagínate. Cuando lanzas un partido de esos, como el que hice contra Bravos, lo quieres mantener así. Te llenas de energía positiva, tus compañeros están ahí para ayudarte en la defensa, pero la suerte también juega. Me dieron el hit en el séptimo, pero al final ganamos.
-¿Cuál es su mayor deseo?
-Estar entre los cinco primeros, pasar al round robin y luego buscar la final.
-¿Fuera del campo, cómo se describe?
-Normal, me gusta bromear, me río. Mira, ahora voy a hacer un dúo con Miguel Pérez, él también le mete a la música.
Hace años, un coach de pitcheo le preguntó a Yorman Bazardo qué tipo de música escuchaba. Este le miró sorprendido, pero le dijo: guitarra y tambor. El instructor le propuso que llevara ese ritmo a su mecánica de lanzar, porque había visto que hacía una pausa innecesaria. Aceptó la propuesta y desde ese día dice que mejoró.
La música es parte de la vida de Bazardo, el principal referente del pitcheo abridor de los Tigres de Aragua, esta campaña. Sin incluir el juego de ayer, exhibía foja de 4-1 y efectividad de 1.71, en 31.2 innings.
-¿Qué tanto le ayuda la música en su labor?
-Mucho. Mentalmente, me sirve en el balance al lanzar y la utilizo para relajarme en el clubhouse. Soy alegre, a veces traigo tambores y cantamos. La guitarra la tocó en familia.
-¿Aprendió en casa?
-Sí. Mi papá, que falleció hace dos años, cantaba los temas de Julio Jaramillo. Yo empecé poco a poco y mi hermano mayor, Gabriel, es cantante. Tiene un grupo, se llama Tambor con Clase, tocan en Maracay. La música es algo de familia.
-¿Cómo se ha sentido este año con el club?
-Bien. La salud ha estado de mi lado. La fórmula ha sido atacar la zona temprano y estar por encima de los bateadores, para que le hagan swing a los pitcheos que yo quiero.
-¿Y su relación con el manager Buddy Bailey?
-Lo critican por la forma cómo mueve a los pitchers, pero no tengo quejas, siempre y cuando sean buenos movimientos. Esta liga es corta y no puedes ceder ventajas al rival".
-¿Cómo ve a los Tigres?
-No estamos en la mejor posición. Tenemos que ser más consistentes, trabajar como equipo. La fanaticada espera mucho de nosotros.
-¿Tiene restricciones para jugar en Venezuela?
-Ninguna. Hace días logre un contrato de ligas menores con Minnesota y tengo invitación al spring training. Es una nueva etapa, ya que antes estuve con Florida, Detroit y Houston.
-¿Qué le ha faltado para establecerse en las Mayores?
-La confianza para decirme este trabajo es tuyo. Cuando me subieron fue por poco tiempo, entre 2005 y 2009. Este año estuve en triple A con los Astros. En Grandes Ligas no tuve la consistencia de tener tres o cuatro salidas buenas. Una semana abría y luego me pasaban al bullpen. Es difícil adaptarse.
-¿Y en qué rol se siente más cómodo?
-Como abridor. Puedes leer mejor a los bateadores.
-¿Cómo vivió su apertura del 4 de noviembre, en la que lanzaba un no hit?
-Imagínate. Cuando lanzas un partido de esos, como el que hice contra Bravos, lo quieres mantener así. Te llenas de energía positiva, tus compañeros están ahí para ayudarte en la defensa, pero la suerte también juega. Me dieron el hit en el séptimo, pero al final ganamos.
-¿Cuál es su mayor deseo?
-Estar entre los cinco primeros, pasar al round robin y luego buscar la final.
-¿Fuera del campo, cómo se describe?
-Normal, me gusta bromear, me río. Mira, ahora voy a hacer un dúo con Miguel Pérez, él también le mete a la música.
JOSÉ RUBICCO HUERTAS | ENVIADO ESPECIAL/EL UNIVERSAL
